ELLA SE FUE (poema)
Cuando nos vio sedientos de vida, vino.
No volvió a su cueva sola.
Se fue dando las espaldas en silencio
y se aferró en la madriguera a sus risas.
La muy pendeja
nos llamó uno a uno.
Nos llamó al oído, sigilosamente.
No me di por enterado de su presencia
y no es por cobarde que sigo aquí.
Tan siquiera hubiera anunciado su llegada
a la sala pero
llegó envuelta en su propia voz
y nadie la vio deambular en los pasillos.
Se hizo presente
cuando dormíamos y estábamos
sedientos de existencia.
Pasando mi pared había alguien
llamada Ángeles.
Ella se dejó seducir.
Ella se fue. Ya se fue. Ya.
Ya se fue y la otra sigue aferrada a su risa
en su madriguera…
Nota: ¿Por casualidad recuerdan la nota dedicada a Ural? Bien. Ella y otros estaban con él cuando fue asesinado. Ella murió hace minutos, en la madrugada de su isla.
Jorge Stteger Bongoâ