CAERÁ EL VELO

Publicado en por Corrección de textos literarios y traducciones

Navego la vida con simpleza en los pies desteñidos por la sal y cuando camino por el suelo albino de mi tierra los vuelve raíz. Sin más, el blancorojoamarillento de las sonrisas, surge en las bocas del pueblo que espera un futuro mejor.
Desde nuestra ventana veo que el mar es paradisíaco mientras el rocío deja que amanezca suavemente.
Cuando el alba deja de serlo y los autobuses envisten las brisas distraídas de la noche, mi cuerpo se eleva hasta el rayo de sol más brillante y allí te veo abrir los ojos. Allí te vuelvo a besar en la mañana temprana y tú sonríes sintiéndome dentro.
Si me sientes de otro modo, no tiembles. Es mi esencia que te mima con el sabor del vino que muchas noches bebo solo.
Frente a nuestra ventana atesoro silencios, lunas y guardo el eco de los pasos que dimos juntos en algunas veredas.
No quiero una vida muy organizada con indicaciones para armar cada momento, ni los horarios escritos en la puerta de la nevera, las comidas congeladas o la ropa colgada.
Quiero dejarte una flor en la mañana, a la noche un tango a medialuz, comentar un libro en tu regazo, sentir la cercanía de tus senos mientras amaso el pan.
Prefiero que algunas veces la cursilería nos haga reír con ganas, que desfilen las maripositas en el estómago y que el final del día, nos descubra su preferencia…

Hoy no ves mi rastro en la orilla del mar, ni el rocío cómo humedece nuestra ventana. No puedes compartir conmigo esta soledad y no podemos ver juntos las lunas llenas bañando este loco episodio de nuestras vidas.
Solo vemos lo que deseamos y lo que idealizamos en nuestras distancias y rutinas pero algo cambiará cuando caigan las marcas, los relojes renuncien a marcar segundos y desaparezcan los temores.
Caerá el velo y la distancia habrá desaparecido y allí nos podremos mirar a los ojos para descubrirnos entereos.
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