EL CAMINO (poema)
El camino
es aquél que deseó no haber transportado mis pies.
Me hizo caminar tu hechizo,
el tamaño de tus senos, el sabor de tu fuente
las caderas de diosa, tus piernas firmes
tu sonrisa, desparpajo, tu mirada y tu invitación.
Mis pasos hacia ti fueron.
Era frío el día, la noche fue superficial.
Era otoño como ahora es martes
eran muertas las hojas del árbol
eran nidos ocupados por cachorros hambrientos.
Éramos tú y yo en un lugar del todo especial.
Después llegó eso que trae flores, ¿para qué?
Más adelante planté los pies en la playa
había sol caliente, agua mansa
sombrillas, colores, había congoja en mí...
Estaba solo sin nada de eso bajo los pies
y entre mis manos, fotos tuyas.
No te encontraba. Te habías escondido
como se esconde un prófugo, y
desapareciste como una explosión.
Fuiste quimera y antojo. Eres borrachera, noche y perdición.
Eres pasado y efectiva tu cicuta mortal.
Eres escarcha que mata mis huesos.
Eres el adiós que vuelve turbado.
Es invierno ahora que comienza el verano y calor donde hay hielo.
Eres tú la que vas y vienes en una botella sobre la mar. Golpeas,
desmayas en el precipicio de ese vertedero de cartas sin escribir
y me miras sin aquellos ojos dulces que decías tener,
Te envuelve el odio,
la nostalgia desprendida de verbo,
de sal, de sol, de mí
Jorge Stteger Bongoâ