LOCO Y AMOR (poema)
Soy amante de las letras más desprovistas de sentido
y
sustanciales
en cada alba
y
el mayor admirador de cada década tuya.
Busco la música de los desamparados
que no cortejan y piropean al frío que los abraza.
Mueren y no mueren en el desvelo que produce
el desierto de la ciudad cuando es treinta de febrero
cuando pasan entre las rejas sujetas al túnel de cemento
y acuden a las citas en algunos lánguidos y estrangulados
días de veintiún minutos
y
sesenta y tres segundos
pero
ese no es mi problema, el problema eres tú.
Sumerjo mis narices donde sabes,
beso tus sentidos llenos de mitos,
sin fronteras declaradas, sin día prefijado para el orgasmo
y
caen y duermen y entierras las acciones
más o menos oxidadas
y
al resto las olvidas.
Despierto.
Es de noche cada vez que despierto
y
salto como lo hace un zombi
de luna en luna
y
porque soy loco no dejo de soñar
en la aniquilación progresiva del amor
cuando cierra el mundo sus ojos
y
da las espaldas el mosaico de la sala.
Redunda
la opacidad en el fulgor de la palabra amor
y
en la frase amo a mi perra en celo
describo el porqué no muero…
y
…sigo de luna en luna
con la locura y el lobizón envuelto en la lozana llovizna,
con la sorpresa de tus matices
imantada en mis ojos claros.
Sé que puedo dejarte helada
con un beso sin mi presencia
en tus labios de seda gruesa
o
con sexo inhumano, brutal, sádico,
amoroso, cariñoso, sudado
sin apoyar la cabeza en tu almohada.
Puedo quitar tu sostén así como te puedo quitar
de un sorbo el néctar dormido en tu paladar.
Estoy en tu mundo y alucinaciones
emponzoñado y crucificado.
Espero que lleguen quimeras a la parada del autobús
en plena vigilia cuando el día se hace gris
y
carece de horas.
Y
espero porque sé esperar mientras
salto de luna en luna
II
Soñé que visitaba un hospital
Y
cuando desperté estaba desnudo en él.
Soñé varias veces que era un músico genial
y
que los lindantes abrían sin consentimiento
la puerta de mi guarida de rocas y cielo,
que llegaban para embelesar sus oídos con los acordes
de la guitarra que hice con la escoba aburrida del patio
u
observar la destreza del piano que construí
con el rastrillo del edén.
Soñé en mi propia sangre que era sombra.
Esa sombra brillaba bajo mis fundamentos
que están basados en los tuyos
y
cuando desperté estaba bajo una lona llena de olivas.
III
Busco
quitarme hasta la última hormiga caída de la colmena
y
al lobizón que duerme cuando hay luna llena.
Si dejo de saltar de luna en luna quiero encontrar
en ti, todas las omisiones de las cuales padezco.
Tus yerros son simples tesoros y riquezas que lucen
en el armario de la cocina, entre los cubiertos
entre los libros en blanco y algunos vasos astillados.
Eres la casa de empeño donde me enjaulas.
Eres el arcón donde duermes y despiertas
y
estás poseída por fantasmas propios y ajenos
y
envuelto en telarañas y chocolate del bueno
me amas
y
a pesar de eso, de tu locura y risas
te amo cada noche más, cada mes más
cada década más…
Jorge Stteger Bongoâ