LA OFERTA DE LA CIUDAD Y SUS DIENTES (poema)
La oferta de la semana dice que nada es barato
ni parecido ni extraño ni necesario ni satisface
ni me importa que lo tengas ni religioso ni modesto.
Dice que el sol saldrá
más tarde o más temprano
que las odiosas facturas a pagar
las tendrás que pagar en término
y que,
a la misma hora puede sonar un martillazo
en la mesa de un juez borracho
(por cierto tiempo)
(todo el día para variar)
y condenarte a muerte
hasta que pagues lo que él mismo rompió.
La oferta del día es un bocadillo
de un atún sospechado de fraude.
Encarcelado en una lata similar
a la de los otros atunes no complotados.
El muy nefasto suele reírse
de los otros que nadan libres.
Bañado por un mar de aceite refrigerador de motores
y vestido con su mejor gabardina
llega a bailar en las bocas,
la música de los eructos.
Se completa el bocadillo
con huevos desprovisto de ojitos y cabellos rubios
un pan que no se sabe muy bien si es del día
o del día que lo hicieron,
Lo acompañas con lechuga no muy verde
pepinos infectados, cebolla para los vampiros,
ajos para las infecciones y mostaza, pepinillos
y sal
que no se sabe muy bien si sala o eleva la presión.
Las imágenes son escépticas y paganas.
Si te fijas bien, se entrevén como siempre
siempre que tengas dinero
para comprar con quién acostarte
La oferta del día es amarte de verdad y gratuitamente.
La oferta es por dos horas desde la mañana a la noche
en un coche, en un berrinche, o en el boliche de madrugada.
La primera y última hora son gratis, las del medio
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ uf ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
La oferta de la ciudad es muy rebuscada, variada, casual,
teatral, besucona, recién pintada, mal analizada y jugosa.
Tu rimel y colores ajenos
a la luz apagada de tus ojos
primero, (cuando me acerco)
están tristes, después se iluminan.
Primero, (cuando me acerco más)
están tus labios helados sin pintar
y después hierven tus sentidos
que se pintan de rojo
y me provocan como lo hace tu desnudez.
Primero, (cuando me acerco y te abrazo)
tienes cara de mujer, después de niña
después de liberada y te digo,
-me encanta follarte y hacerte mi puta...-
(((En cuatro paredes te lo digo,
en el blog no...)))
La oferta de este día es limarte las uñas
para que me arañes después
es hacerte el amor y limarte los dientes
para que me ames y me desangres después.
Para que el día despunte con tu rostro angelical
me aseguro de reí y que te mueras de risa.
Para que el día vuelva a la risa debes reír
y yo morir por ti.
Eres mujer de papel
de juego, de amor, de sótano, de humo, de verdad y arena
Íntima, inseparable, bronceada, tormenta y desierto.
Eres la mujer de caderas insinuantes y boca deliciosa.
Eres, eso es lo que vale.
La oferta se extiende hasta el llanto de la despedida
cuando tu rostro
vuelve a temblar detrás del te quiero que olvidaste decir...
Mi cuerpo se va detrás de algo parecido a la mitad
de nuestro cuarto en penumbras.
Estamos pintados, estáticos, recordados, bonitos
en un papel vomitado por una máquina de escupir
pero el revisor más tarde o más temprano
hace su trabajo y la oferta del día sucumbe.
El hombre de corbata y buena educación
ataca el ticket, le arranca una costilla
e ignora que esas ruedas determinadas y valientes
nos alejan otra vez.
Jorge Stteger Bongoâ